15.8.11
7.8.11
Tú, yo, aquel, ellas, todos ellos bajo la luna Se desplaza frente a nosotros, mantiene su sombra y es exacta. El contraste realza los relieves de la superficie. También mantiene su influjo. Enrarece el aire, tensa las amistades, revuelve pasado y presente como si tal cosa: días que habían quedado en el olvido vuelven a ponerse enfrente y están apunto de pasar. Te das cuenta de que es peor cambiar para no cambiar.
30.6.11
De una fiesta a la que fuimos en las alturas. Azotea de una casa en Cumbres muy cerquita de Las Mitras. Tocada a cielo abierto, cantándole a la luna y a las nubes, preguntándonos si los asesinos le tendrán miedo a El Terror, preguntándonos si irán a llegar. La música fue estruendosa, los amigos siempre siempre pacientes con mi afán de fotógrafa wanna be.
1.6.11
(Algunos de nosotros) no aguantamos la sequía. Sentimos cómo las raíces pierden fuerza. Pero andamos con la piel midiendo cada variación en la fricción del aire sobre nuestra superficie. Tanteando la presión atmosférica, apuntando la nariz hacia las nubes. Mayo trajo las flores. Pero el mismo sol que brindó sus colores a la llegada de la primavera provocó estos ocres violentos. Luego de un invierno extremo, una primavera con dientes. Puede que el verano nos ponga una arrastrada, seguramente, pero mientras tanto: bienvenida la temporada de huracanes.
16.5.11
Los viejos hábitos tardan en morirse, y todo fuera como eso, dejar morir las cosas. "Do what is in front of you". Es diabólico no tener el corazón ni la mente donde están los que nos necesitan. Este desorden dice: has estado lejos. Lo viene sugiriendo desde hace semanas (meses). Pero no, no muy lejos, sino del otro lado de aquí En el sueño fue un gran consuelo comprender que no tenía yo nada que dar, nada que hacer ahí. Me devolvía al campus, me regresaba al CEDES dispuesta a poner al corriente todos mis trámites. En el sueño, también, Pánico o peligro saltaba a mis manos y exigía que repasara sus páginas. Cuando el día se me cae encima, cuando me gana la angustia, me monto en la bici y ahí me gana la risa.
2.5.11
Algo que desde muy lejos viajó por lo más profundo surgió hoy y avivó los colores. Hizo también su viaje dentro de mí y cristalizó en mis ojos un diminuto brillo. Bajo el sol de mediodía, cierta humedad. Me impresionó el aire tan claro, la visibilidad a kilómetros y kilómetros de los días despejados y en calma., ver tras la loma, el cerro, y, más allá, la sierra. Una emoción por largo tiempo ignorada se desplegó por fin a todo lo largo. Sentí: compañía.
28.4.11
Carretera Monterrey-Colombia, ni un alma. Tranquilos por el río Salinas, la meseta, Camarón y Rodríguez vacíos, Bustamante y Lampazos prósperos. Mucha gente se come la "ll" de Villaldama que, a mitad de camino, es parada obligatoria. En Anáhuac no parece que hace un año sobrevino la inundación, salvo por un par de predios a la entrada que están vacíos, limpios de escombros, pero todavía con las marcas rectangulares donde estuvieron las casas, y por las fotografías del desastre colgadas en las paredes de los restaurantes. Ya casi nadie quiere trabajar el campo, la mayoría está habituada a cruzar la frontera. Y no usan sombrero vaquero sino gorras deportivas y han cambiado las camisas de manga larga por playeras con capucha. Hay grupos de migrantes que se quedaron en el camino a U.S.A. Se sientan junto a las tierras de abarrotes esperando que lleguen los camiones para ayudar a descargar la mercancía y se ofrecen para cada cosa que salga: son buena gente, han hecho amigos ya. Cuando vas para Laredo te piden un aventón (el último!) pero la gente no los sube por temor a ser tomados por polleros. En Estación Camarón hay un retén militar con soldados altivos, aburridos, no tan jóvenes. Vienen de Tamaulipas y de Veracruz.
4.11.10
Sent to bottom. A los 26 viví sola. Lloré mucho en las noches pero las mañanas eran siempre hermosas: vivía sola. Tenía una cama matrimonial, entonces dormía junto al regadero de libros que subrayaba todas las tardes como idiota. Estaba idiota y sola. Fui pregunta tras pregunta, todas en torno a una misma cosa. A los amigos les decía que eran preguntas sobre la escritura, pero ahora sé que sólo era eso: el misterio personal. Una simple duda que una vez formulada no te suelta a menos de que la resuelvas. Yo andaba tras eso, claro, sola. Fue algo que tomó muchas formas: increíbles, indecibles, de dudosa moral, ilícitas. Cambió mi carácter, se hizo muy amargo. Luego me desbordó el ansia de control. Cuando ya no estuve sola me dolían mucho las ganas de volver a ese recinto pequeño, a esa vida simplificada donde toda la fuerza se dirigía a una misma investigación. Y vinieron los días de "aprender a vivir con ello", de trabajar por el mínimo sin pretender más de mí que el contacto humano. "Dar la mano a alguien...", y tantas veces lo hice tan mal. Luego la locura: querer construir la felicidad sobre un pozo sin cimientos, lo cual no resultó tan mal pero se caía a cada rato, y feo. Cuando ya no me calmaban ni los puñetazos en las paredes ni el ruido de cosas que se rompen pedí ayuda y alguien me escuchó. Se dio cuenta de que la duda necesitaba ser reformulada y volví a los libros de hace cuatro años. Volví a lo antes subrayado, algo me había hecho subrayarlo entonces, intuía la respuesta pero sólo recientemente la vi. La leí y quedó clara. Lo pronuncié en voz alta y me cambió la vida.
26.10.10
El "yo" portable. Esta semana mamá me trajo un ramo de flores de su patio y papá una cubeta con piedras de diferentes tamaños, texturas y colores que él mismo coleccionó y preparó para mí, de cerca de las construcciones de casas junto a su casa. Puse las flores en la cocina y acomodé las piedras en la mesa donde trabajo, para estar viéndolas y contándolas cuando más estresada me ponga la prisa. Hoy el trabajo se esfumó, me caí de la bicicleta y como no quiero arriesgarme tan pronto otra vez, estoy formulando un té reductivo, una dieta de la luna, agua de arroz y ayuno los días 2 y 11 del mes. También sueño con ver de cerca las pirámides, tocar de cerca los símbolos, ver. Las piedras de papá y las rosas que puse a secar con la bombilla del extractor son mis mantras de esta semana. Al verlos recuerdo todo lo que aprendí estos días difíciles y poco satisfactorios aunque felices y divertidos por la compañía y la chiflazón nocturna. El fin de semana nos quedamos dormidos antes de abrir la botella de tequila y a las 5:00 a.m. nos paramos por té, una vela y a leer hasta las 7:00 a. m. hora en que sonaron los pájaros. Bajamos las cortinas luego de ver el amanecer y dormimos nuevamente hasta las 10:00 a.m... Todo esto lo cuentan las fotos, de hecho.
También fue la semana del helicóptero.
También fue la semana del helicóptero.
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